Según mi experiencia no siempre pasa esto, pero casi. Básicamente hay
dos tipos de informáticos, entendiéndose por ello gente que se dedica a
la informática:
- Los que saben: No han nacido sabiendo, no, el
conocimiento no les vino por ciencia infusa, sino que se han interesado
en aprender de qué va esto y se dedican a ello
- Los que no
saben: Ni saben, ni quieren saber, ni sabrán, porque se la fuma.
Esconden su incompetencia con frases del tipo... "Cuando yo era
joven.... Es que ya no tengo tiempo de tocar esto... Es que yo soy de C y
no de Java... Blah blah". Esta gente, a la que la informática y, en
general, cualquier cosa que suponga un esfuerzo real más allá que lamer
dos culos, se la trae al pairo, se convierte en un perfecto trepa y, muy
probablemente, terminará siendo un jefe de proyecto, director manager, o
como coño quieras llamarle.
¿Y por qué alguien que no sabe, que
es un cateto, va a ser un jefe de proyecto? ¿Cómo es posible esto?
Fácil, son cosas que se heredan: su jefe también lo es, de modo que es
fácil engañarle porque no sabe hacer la 'O' con un canuto. Mientras que
tú, tecnólogo apasionado, estás dedicándote a lo que te debes dedicar,
tu compañero, experto en facebook, msn, age of empires, y que no sabe lo
que es una dirección IP, está dorando la píldora a vuestro jefe y
comiéndote la tostada.
"¿Comer la tostada? A mí me gusta lo que
hago, no quiero hacer gestión" Ya, pero esto no es EEUU, esto es España,
un sitio donde el que gana pasta es el que "gestiona", nadie va a
valorar tu trabajo porque no entienden nada de lo que haces ni saben el
esfuerzo que supone hacerlo. ¿Estás contento con tu sueldo y tu
situación? En ese caso no te preocupes de más, y disfruta
:)
Para
el resto: El que gestiona, por norma, NO es más que tú, sino todo lo
contrario, porque ni sabe de tecnología, ni sabe de gestión. Analízalo:
- Ha estudiado lo mismo que tú, o algo parecido.
-
No tienen ni idea del mundo técnico, porque saber es mucho más que
hacer una carrera, módulo, certificación, o título de cualquier tipo.
Saber es esforzarse y amar lo que haces
- Se han aprendido cuatro
palabras y frases hechas para salir del paso en reuniones y tertulias,
enseguida meten la zarpa hasta el fondo, aunque con los años ganan
pericia en esto
- De gestión saben lo mismo que tú, evidentemente,
osea: nada. Una vez ascendidos, si tienen un mínimo de verguenza y
autocrítica se comprarán algún libro de liderazgo para noveles del que
copiarán otras cuatro frases interesantes. Lo importante es aparentar,
esa es la cuestión
- Una vez en la brecha, hay gestores que lo hacen
mejor, y otros peor. ¿De qué depende esto?: Del sentido común. De ahí la
lotería tan común en el campo de los proyect managers, los hay buenos,
mediocres y patéticos, siendo los dos últimos los más extendidos.
-
La incompetencia de un gestor la solucionan los técnicos que asumen de
verdad el proyecto. Muchos proyectos salen adelante cuando el gestor se
quita de enmedio y deja que los saben hagan y organicen su propio
trabajo. El gestor ha hecho poco más que asistir a una reunión estúpida
de lanzamiento y poner la mano a final de mes
- Son opacos, no dicen
lo que piensan, siempre usan una sonrisa, evitan confrontaciones
directas, suelen ir por la espalda, la nobleza brilla por su ausencia, y
son genios de la copia oculta del correo. Estas son algunas
características comunes a todo proyect manager trepa que se precie
-
Físicamente, sobre todo si son jóvenes, se les suele distinguir porque
tratan de ocultar sus inexperiencia (fruto inexcusable, entre otros, de
su juventud) con elementos de camuflaje de todo tipo, buscando un
aspecto más senior: ropa demasiado seria, coche de carroza, dejarse
barba o resaltar las canas son sólo algunas de las estrategias que
podemos encontrarnos
Alguna vez, y sólo alguna vez, por extrañas
circunstancias que aún desconozco, he visto jefes de proyectos
tecnológicos que de verdad sabían gestionar un proyecto (Ironías de la
vida, estos, generalmente, no eran informáticos, ni telecos, ni técnicos
de sistemas, ni, ni...) Pero, en la mayoría de los casos, el simple
hecho de que no entorpezcan el trabajo del equipo es ya motivo de
celebración, tal y como afirma el texto del artículo.
Hasta la próxima.